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“Cada vez vamos a vivir más, pero está en nuestra mano que lo hagamos con una mejor calidad de vida”. Enrique Sanz Fernández-Lomana, presidente de Fundación Mutualidad Abogacía, resumía con estas palabras la esencia de las I Jornadas ODS y población mayor, los retos sociales y económicos de la nueva longevidad, que nacen de la colaboración de la Fundación que preside con la Universidad de Barcelona a través de la Cátedra Economía del Envejecimiento que patrocina
En este foro de reflexión que tuvo lugar los días 11 y 12 de noviembre en el Aula Magna de la facultad de Economía en la universidad catalana, se presentó el Indicador calidad de vida digna y sostenible en la vejez (ODS-IVDS65+). Se trata de un novedoso índice diseñado para medir y comparar entre los países las condiciones en las que viven los mayores para contribuir a su mejora.
España ocupa la decimosegunda posición de este medidor, muy cerca por puntuación del grupo de los 10 primeros países, grupo en el que se ubican países como Suecia, Noruega, Alemania, Finlandia, Dinamarca y Francia. Si se analiza su posición con perspectiva mediterránea, las condiciones del mayor español son sensiblemente mejores que la media.
Durante su presentación, Sanz Fernández-Lomana explicó que el indicador mide “el buen envejecer acorde a un marco saludable definido por la Organización Mundial de la Salud, sirviéndose de los Objetivos de Desarrollo Sostenible para estructurar las dimensiones fundamentales de la vida de los mayores de 65 años”.
En opinión de Mercedes Ayuso Catedrática de Estadística Actuarial Universitat de Barcelona “el ODS-IVDS65+ tiene como objetivo fundamental presentar una medida de envejecimiento digno y sostenible en la población mayor”. Para la catedrática de Estadística Actuarial, que ha liderado esta investigación junto a Ramón Alemany, decano de la Facultad de Economía y Empresa y director de la Cátedra Economía del Envejecimiento, es importante referenciar el contexto en el que nace.
El indicador llega en un momento en que el colectivo de personas mayores es cada vez más visible y más grande, “y no solo por los aumentos en la esperanza de vida; también y sobre todo, porque están entrando en edades de 65 años y más, generaciones muy pobladas”, explica la catedrática.
Iniciativas de gran repercusión como los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU, “que orientan las decisiones de gobiernos de todo el mundo”, o la proclamación de los años 20 del siglo XXI como la década del envejecimiento saludable dan buena muestra del peso que el bienestar del mayor está mereciendo en la agenda política mundial. Sin embargo, Ayuso destaca del ODS-IVDS65+ su capacidad para destapar análisis prácticamente inéditos hasta ahora.
Para lograrlo, primero se ha sintetizado en ocho dominios los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenibles definidos por la ONU, pero cada uno de ellos analiza diferentes subindicadores, por lo que la puntuación final tiene en cuenta más de 30 medidores. De este modo el ODS-IVDS65+ bebe de una riqueza de fuentes hasta ahora no utilizados por otras iniciativas similares…
Un esfuerzo para evaluar la compleja heterogénea del colectivo de mayores, de forma que se puedan articular medidas que tengan en cuenta diferencias, por ejemplo, según su lugar de residencia o las necesidades de alimentación según cada tramo de edad de la vejez.
Pero la mejor forma de entender el índice ODS-IVDS65+ es conociendo la posición que España merece en cada dominio analizado en comparativa con el resto de países de la UE de los 27:
Qué medidas pueden mejorar la calidad de vida del mayor
Durante las jornadas se pudo comprobar que el trabajo realizado por la Cátedra Economía del Envejecimiento no se queda solo en la medición. Casi a modo de conclusión Mercedes Ayuso presentó un decálogo de “las políticas enmarcadas en los ODS que desde nuestro punto de vista se deben aplicar para mejorar en este ranking”:
“El secreto de una vejez feliz está en cultivar todas tus pasiones, todas las capacidades hasta bien avanzada la vida, en no abandonar nunca ningún placer ni ninguna curiosidad, en lanzarse a retos imposibles, en continuar hasta el último día amando, trabajando, viajando y permaneciendo abierto al mundo y los demás”.
José Miguel Rodríguez-Pardo, presidente de la Escuela de Pensamiento de Fundación Mutualidad Abogacía, sorprendió a los participantes de esta jornada con esta cita del filósofo francés Pascal Bruckner, que en su opinión “define a la percepción” el concepto de nueva longevidad sobre la que trató su clase magistral en esta jornada: “La filosofía nos ha dado un camino de cuál tiene que ser el arte del bien envejecer”, defendió.
Un objetivo para el que también considera de gran valor el indicador desarrollado por la Universidad de Barcelona, por contemplar las tres dimensiones que tiene que tener la nueva longevidad: enfoque de curso de vida, autonomía personal e inclusión social.
Para Rodríguez-Pardo, “estos son los tres elementos que nos definen cómo tenemos que hablar de la nueva longevidad, pero el índice incluye además la dimensión temporal, la que nos permite ver si estamos incrementando o no las mejoras de los dominios asociados a los ODS”.
Se trata de un indicador llamado a sustituir el tradicional de la esperanza de vida como medida del fenómeno de la nueva longevidad