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Por qué y cómo deberías viajar este verano

Ahora que el verano se llena de planes viajeros, la serie Longevidad y Bienestar: 12 Causas para una larga vida, de Fundación Mutualidad Abogacía, reflexiona en este nuevo capítulo, el séptimo, sobre los beneficios del turismo en la persona mayor, tanto para desconectar de la rutina como para reconectar con el mundo.
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Ahora que el verano se llena de planes viajeros, la serie Longevidad y Bienestar: 12 Causas para una larga vida, de Fundación Mutualidad Abogacía, reflexiona en este nuevo capítulo, el séptimo, sobre los beneficios del turismo en la persona mayor, tanto para desconectar de la rutina como para reconectar con el mundo.

De sofisticado lujo en el siglo XIX, a derecho reivindicado en el XXI. La percepción del viaje se transformó completamente a lo largo del siglo pasado, hasta convertir al turismo en seña de identidad del progreso socioeconómico de los países más avanzados. Un fenómeno en el que cada vez más se integra el viajero sénior.

“Quien compra nuestro billete, compra la felicidad”, cantaba Javier Gurruchaga en la célebre canción Viaje con nosotros. Viajar es la invitación que Fundación Mutualidad Abogacía lanza este mes de julio, dentro de su campaña Longevidad y Bienestar: 12 causas para una larga vida, y su compromiso con el ODS 3 sobre Salud y Bienestar. Una reivindicación del turismo como activador de la felicidad individual y de las relaciones humanas.

 

¿Lujo o necesidad?

Invitado a reflexionar sobre las ventajas del turismo sobre la salud mental, el psiquiatra Rojas Marcos diferencia entre los efectos del viaje vacacional y del viaje experiencial.

En el marco del Future of Tourism World Summit de Barcelona, celebrado el pasado octubre, defendió que el turismo vacacional “tiene repercusiones positivas en el bienestar subjetivo de la persona al invitar a salir de la rutina y explorar”. Pero el profesor de la Universidad de Nueva York enfatizó sobre todo las virtudes del viaje experiencial como el más sanador para el viajero: “Contribuye a superar miedos y ansiedades”. Entre otras razones, por ser un “factor de memoria positiva que nos va ayudar en muchos momentos de la vida a superar situaciones adversas”.

Cada persona tiene sus propias motivaciones para viajar. Desde la psicología se destaca su capacidad de estimular emociones –curiosidad y vivencias– como la más importante. En segundo lugar, hay un factor beneficioso de descanso: hombres y mujeres sienten que al poner distancia con su rutina logran el efecto ‘cargar las pilas’, que permitirá retomar las obligaciones del día a día con más energía y optimismo.

Sin embargo, como señala la Organización Mundial del Turismo (OMT), el turismo no deja de ser “un fenómeno económico y social en estrecha relación con el desarrollo”. El viaje y el turismo continúan siendo un lujo para muchos, si bien vivir su experiencia es percibida como una necesidad por amplias capas de la sociedad, las personas mayores entre ellas.

De hecho, las Naciones Unidas han encomendado a la OMT “la promoción de un turismo responsable, sostenible y accesible para todos, que tenga en su punto de mira el cumplimiento de la Agenda 2030 para el desarrollo sostenible y los Objetivos de Desarrollo Sostenible, cuyo alcance es universal”.

 

Las demandas del viajero sénior

Los mayores de 65 años constituyen el 21% de la población española y dedican el 5,6% de sus ingresos al turismo, según explicó Fernando Valdés, secretario de Turismo en un encuentro con los responsables europeos de este área celebrado el pasado marzo. En Dijon (Francia), Valdés defendió la creación de un Programa de Turismo Sénior, similar al español del Imserso, para “fortalecer el sentimiento de ciudadanía europea”.

Al margen de otras consideraciones sobre la medida, esta reclamación ejemplifica hasta qué punto el turismo sénior está en la agenda política y en la del propio sector, que identifica a este viajero como uno de sus grandes nichos de crecimiento.

Sin embargo, queda pendiente por parte de la industria turística una adaptación más efectiva a las demandas del viajero sénior. Algunas de las peticiones en las que ya se avanzan son:

 

  • El sénior anticipa la contratación de sus vacaciones más que otros viajeros, razón por la que contrata por encima de la media seguros de cancelación con los que hacer frente a cualquier eventualidad.
  • Un criterio clave, solo se desplaza a lugares que le ofrezcan garantía sanitaria en caso de algún percance. Valora servicios de enfermería en su lugar de recreo y recibir información sobre los centros de salud cercanos, así como de farmacias.
  • Se concreta en instalaciones cómodas tanto en su habitación, con baños adaptados a sus condiciones de movilidad, como en los desplazamientos dentro del alojamiento (sin grandes distancias y siempre con la asistencia de ascensores). Valora viajar en régimen de pensión completa, siempre que incluya una oferta culinaria acorde a su dieta, y contar con un sistema de transporte cómodo para sus desplazamientos en las excursiones.
  • El viajero sénior quiere divertirse en el viaje, pero busca propuestas adaptadas a sus preferencias. Busca establecimientos que incluyan opciones atractivas de ocio diurnas y nocturnas que le permitan socializar, hacer deporte o cultivarse intelectualmente.

 

 

Qué busca el viajero sénior

Aunque con necesidades específicas, participa de las tendencias del turismo generalistas. Como el resto de los españoles, su presupuesto para este verano será de 610 euros, “por encima del registrado los dos últimos años, aunque sin llegar a las medias prepandémicas”, se explica en el Informe verano 2022 sobre hábitos del viajero español, publicado por el Observatorio Nacional de Turismo Emisor.

 

  • Turismo experiencial. El destino sigue siendo importante, pero cada vez pesa más en la decisión las experiencias que pueda ofrecer. El sénior es un gran consumidor de servicios de salud (balnearios, spas, tratamientos de belleza…), oferta culinaria y social (fiestas temáticas, excursiones compartidas) pero también es sensible a las ofertas de turismo cultural, educativo o creativo.
  • Experiencia local. Aunque las ganas de recuperar el tiempo perdido por los años de pandemia son tentadoras, el viajero sénior en 2022 se decanta por el destino español, preferiblemente el ya conocido. Las excepciones la representan las escapadas de duración más corta, sobre todo a capitales europeas, y los viajes para visitar a familiares y amigos.
  • Personalización del servicio turístico. Si hay un sector donde la personalización (la adaptación según las preferencias del usuario) tiene sentido, ese es el turístico. Hoteles, turoperadores y restaurantes, se esfuerzan en dar una vuelta de tuerca a la personalización de su oferta.
  • Nuevas tecnologías. La digitalización también transforma la experiencia turística y algunas de las nuevas propuestas tecnológicas tienen en el centro a las personas mayores. El operador tecnológico chino Alibaba promociona su incursión en la hotelería robotizada ejemplificando las ventajas de estos dispositivos como asistentes de las personas mayores en las habitaciones.
  • Viaje en soledad. Los operadores turísticos ya detectan una demanda creciente de mayores que viajan solos. Son consumidores de ofertas como las de los cruceros y pueden hospedarse durante semanas en hoteles.
  • Oferta subvencionada. Para el periodo 2022-2023, el programa de Turismo del Imserso ofrecerá 820.000 plazas. Recientemente se ha dado a conocer una previsión de precios que van desde los 196 euros para 8 días/7 noches en la costa de Andalucía, Cataluña, Murcia y de la Comunidad Valenciana (sin transporte), a los 330 euros para la misma estancia en Canarias, pero incluido el transporte.
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