Durante la jornada se reflexionó acerca del envejecimiento como fenómeno global y de las “especiales repercusiones” que tiene esta realidad en la sostenibilidad del sistema de pensiones público en España.
En las diferentes intervenciones se reivindicó que el Derecho “tiene mucho que aportar” en una sociedad donde “lo cotidiano será ser mayor” y en la que el riesgo de discriminación por la edad es más habitual de lo que se puede imaginar.
José Miguel Rodríguez-Pardo, presidente de la Escuela de Pensamiento, advirtió sobre la repercusión en la sociedad del sobreenvejecimiento que “va más allá de la discusión tradicional acerca de la sostenibilidad de las pensiones públicas”.
“Debemos abordar esta realidad desde una perspectiva multidisciplinar donde las ciencias sociales, de la salud, el humanismo, la tecnología y hasta el propio urbanismo deben aportar sus visiones. Solamente de esta manera se puede construir una nueva forma de pensar acerca del envejecimiento”, apuntó en declaraciones a Europa Press.
En su ponencia “Envejecimiento poblacional y sistema de pensiones”, el director de la Escuela de Pensamiento, Fernando Ariza Rodríguez, explicó a todos los asistentes la problemática del sistema de pensiones, analizando en profundidad el estado actual del sistema público de reparto en España, así como las “mejores alternativas” para hacerlo sostenible a medio y largo plazo desde las causas que originan el déficit que se vive en la actualidad.
El presidente de la Escuela de Pensamiento fue el siguiente con su conferencia “Envejecimiento del envejecimiento”, en la cual expuso la dinámica de este fenómeno desde la demografía poblacional y la biomedicina.
“Entender el proceso de la longevidad en la sociedad del siglo XXI que se encamina hacia el límite biológico del ser humano nos permitirá identificar los gradientes que pueden contribuir a una vejez sana, o dicho de otro modo, cómo añadir vida a los años y no necesariamente años a la vida”, confirmó este experto en la materia.
José Miguel Rodríguez-Pardo aseguró que España se encamina “de forma acelerada” hacia lo que se conoce como “japonización” de la economía, es decir, una sociedad “muy envejecida sin reemplazo generacional, con tipos de interés del mercado financiero muy bajos o negativos, bajas tasas de inflación y altas tasas de ahorro por parte de la población retirada”.
“Desde el reconocimiento del nuevo ecosistema social envejecido podemos abordar la nueva economía del envejecimiento y descubrir las enormes oportunidades a las que se enfrenta una sociedad longeva”, añadió.
Para poder garantizar el sistema público de pensiones, que este año celebra el primer centenario de su creación en España, el presidente de la Escuela de Pensamiento explicó que habría que pasar “por reformas paramétricas” que deriven en menores pensiones a la persona que accede, así como posponer la edad de retiro, o bien por un conjunto de políticas “que no conlleven necesariamente debilitar esas cuantías”, como “afrontar parte del déficit con cargo a los Presupuestos Generales del Estado, aumentar la productividad de la economía, restablecer el desequilibrio poblacional con políticas migratorias o posibles impuestos finalistas a todos los procesos robotizados”.
