Mutualidad de la Abogacía ha presentado en colaboración con LoRIS (consultora especializada en longevidad y pensiones) el estudio “25 Preguntas y respuestas sobre el ahorro previsional en tiempos de la Covid-19”. Los autores, José Antonio Herce y José Antonio Puertas, plasman, a través de 25 preguntas y respuestas, el efecto que ha tenido la pandemia sobre el ahorro previsional y el cambio de hábitos económicos de la sociedad, enfocándose en dar respuestas a cuestiones de cuatro ámbitos socioeconómicos: economía, ahorro, sostenibilidad del sistema y mutualismo.
“El estudio del ahorro precautorio y previsional se ha convertido en uno de los principales pilares de investigación para la Mutualidad de la Abogacía”, afirmó Fernando Ariza, director general adjunto de Mutualidad de la Abogacía, que además destacó que, “este tipo de iniciativas aportan herramientas para conseguir que la sociedad adquiera una mayor educación financiera, fomentando la cultura del ahorro de forma trasversal a todas las generaciones”.
En el estudio, se perfilan algunas conclusiones entorno a un cambio de prioridades en el sistema económico como consecuencia del confinamiento y del “parón” de las actividades no esenciales y la reorientación de la parte restante del sistema productivo y de distribución hacia las necesidades prioritarias de una economía en cuarentena. En palabras de Herce “el crecimiento de la economía en los próximos años se va a resentir seriamente”.
En materia de ahorro, los autores destacan la ausencia de un Escenario de Prevención Sistémica en todos los países y a todas las escalas para hacer frente a una pandemia como esta. En el caso de España, esta afirmación, para el sector público, se refleja en la necesidad de elevar el estatus de las políticas de Salud Pública y dotarlas de recursos masivos que hay que detraer de otros usos. Igualmente, en el ámbito privado o familiar, este escenario está obligando a asignar recursos más escasos a atender necesidades perentorias de liquidez para afrontar pagos en detrimento de otros usos personales o familiares. En ese aspecto, Puertas recuerda que “El ahorro de los hogares suele descender en las expansiones económicas y aumentar en las desaceleraciones y las recesiones”, por lo que, durante la pandemia se observa más ahorro forzado o “por si acaso” y su disminución por el colapso de ingresos y la necesidad de hacer pagos, por lo que no podemos esperar un aumento notable en el ahorro de manera inmediata, aunque las lecciones aprendidas hagan que este si resultará un factor determinante a todas las escalas en los próximos años.
Uno de los aspectos más descorazonadores de esta crisis ha sido su terrible coste humano. Tanto, que en todos los países se ha constatado un `exceso de mortandad´ en los meses de mayor impacto del Covid-19 respecto a los mismos meses del año precedente. Herce sopesa la sostenibilidad del sistema bajo este aspecto de la crisis, añadiendo que, “El exceso de mortandad, junto al desempleo derivado del shock económico por el confinamiento, componen un cuadro en el que cabe encontrar elementos que estresan las cuentas de la Seguridad Social, como es la fuerte caída de los ingresos por cotizaciones sociales y elementos que reducen el gasto como es el fallecimiento de un número desproporcionado de pensionistas de edad más avanzada”. Sin embargo, ambos autores coinciden en que el aumento en la mortalidad experimentado hasta la fecha, por causa directa o indirecta de la Covid-19, será seguramente un fenómeno que se absorberá en los próximos años.
El reto esencial del mutualismo previsional durante esta crisis es preservar este modelo, siendo capaces de mantenerse cerca del mutualista, de adaptarse a una supervivencia financiera y evolucionar teniendo en cuenta la oferta previsional de la Seguridad Social, a la que han tenido que mejorar en ocasiones siempre respetando el imperativo de la solvencia financiera. La adaptación de sus bases técnicas ha sido, y sigue siendo, muy exigente. En este sentido, para garantizar que el mutualista está informado sobre el estado de sus contribuciones, su retorno y su ahorro previsional, la Mutualidad de la Abogacía decidió, en el año 2018, suministrar a todos sus mutualistas lo que se conoce como “sobre naranja”. El sobre naranja tiene su origen en Suecia, donde comenzó la práctica de informar a todos los afiliados al sistema público pensiones del importe de su pensión de jubilación para así promover el ahorro previsional. En España, Mutualidad de la Abogacía es la única institución, pública o privada, que desde 2018, por voluntad propia, suministra a los mutualistas una estimación trimestral del valor que tendría el fondo acumulado, y la pensión actuarial resultante del mismo, a la fecha de edad de jubilación de su titular. “Este ejercicio de anticipación da un gran margen de maniobra para los mutualistas, quienes, en caso de considerar insuficiente la pensión estimada pueden mejorarla aumentando sus aportaciones si lo desean” concluye Ariza.
Los autores indican que volver a la normalidad no va a ser sencillo y puede que ni siquiera fuese deseable en muchos aspectos. El pre Covid-19 no era perfecto y habrá que convivir con los cambios que está produciendo la pandemia, dado que estos perdurarán en el tiempo y, con ellos, la necesidad de nuevos estilos de vida más centrados en lo precautorio y en lo previsional.