El consenso es total. La emisión a la atmósfera de los gases que generan el efecto invernadero, fruto de la actividad humana, es la principal causa del calentamiento global. Según los expertos que han elaborado el informe Cambio climático 2021: Bases físicas, del IPCC, esos gases son los responsables del calentamiento global de 1,1º desde 1850-1900 y se prevé que la temperatura mundial promediada durante los próximos 20 años alcance o supere un calentamiento de 1,5ºC.
Las concentraciones de estos gases han aumentado especialmente en las últimas décadas. El récord se ha alcanzado en 2019. Durante el año anterior a la pandemia del Covid-19, “las concentraciones de CO2 (dióxido de carbono) atmosférico fueron las más altas desde hace dos millones de años, y las concentraciones de CH4 (metano) y N2O (óxido de nitrógeno) fueron las más elevadas en los últimos 800.000 años”. Las proyecciones del informe indican que la temperatura global de la superficie seguirá aumentando hasta al menos mediados de siglo en los cinco escenarios de emisiones considerados por los expertos.
Escenarios posibles de calentamiento global
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Corto plazo (2021-2040) |
Medio plazo (2041-2060) |
Largo plazo (2081-2100) |
Escenarios |
Mejor estimación (ºC) |
Rango muy probable (ºC) |
Mejor estimación (ºC) |
Rango muy probable (ºC) |
Mejor estimación (ºC) |
Rango muy probable (ºC) |
SSP1-1.9 |
1,5 |
1,2 a 1,7 |
1,6 |
1,2 a 2,0 |
1,4 |
1,0 a 1,8 |
SSP1-2.6 |
1,5 |
1,2 a 1,8 |
1,7 |
1,3 a 2,2 |
1,8 |
1,3 a 2,4 |
SSP2-4.5 |
1,5 |
1,2 a 1,8 |
2,0 |
1,6 a 2,5 |
2,7 |
2,1 a 3,5 |
SSP3-7.0 |
1,5 |
1,2 a 1,8 |
2,1 |
1,7 a 2,6 |
3,6 |
2,8 a 4,6 |
SSP5-8.5 |
1,6 |
1,3 a 1,9 |
2,4 |
1,9 a 3.0 |
4,4 |
3,3 a 5,7 |
¿QUÉ FENÓMENOS CLIMÁTICOS PONEN EN RIESGO LA LONGEVIDAD DE LAS PERSONAS?
Las consecuencias del cambio climático abren el debate sobre sus efectos en el estilo de vida, salud y longevidad de las personas, en un escenario de calor extremo, sequías, inundaciones, deshielo, contaminación atmosférica y subida del nivel del mar.
Olas de calor.
El calentamiento global ya lo estamos viviendo en forma de olas de calor que, como las de este año, baten récords y están detrás del aumento de los incendios forestales. Estos fenómenos, según el informe, se intensificará en la medida que siga incrementándose la temperatura de la superficie del planeta y no se tomen medidas efectivas. Según el informe de IPCC, con un calentamiento global de 1,5 °C, las olas de calor serán más frecuentes, las estaciones cálidas (primavera y verano) durarán más, y las estaciones frías, menos. ¿Y con una subida de 2ºC, establecido como umbral máximo por el Acuerdo de París? En ese caso, “los episodios de calor extremo alcanzarían con mayor frecuencia umbrales de tolerancia críticos para la agricultura y la salud”.
Sequías.
Sus efectos van a ser dramáticos en algunas regiones ya castigadas por la falta de agua. Las proyecciones que realizan los expertos indican que el calentamiento global continuo “intensificará aún más el ciclo global del agua, incluyendo su variabilidad, las precipitaciones monzónicas globales y la severidad de las condiciones húmedas y secas de los eventos”. En ese sentido,“se prevé que las precipitaciones aumenten en las latitudes altas, el Pacífico ecuatorial y partes de las regiones del monzón, pero disminuyen en partes de los subtrópicos y áreas limitadas en los trópicos”.
La sequía no será igual en todas las regiones. “En las áreas subtropicales como la del Mediterráneo, sur de África, suroeste de Australia y suroeste de Sudamérica, así como tropical América Central, África Occidental y la cuenca del Amazonas, se espera que las precipitaciones disminuyan a medida que el mundo se calienta, lo que aumenta la posibilidad de que se produzcan sequías durante todo el año”, recoge el informe. “Cada 0,5°C adicional de calentamiento global –señala– provoca aumentos claramente perceptibles en la intensidad y frecuencia de extremos cálidos, incluidas olas de calor y fuertes precipitaciones, así como sequías agrícolas y ecológicas en algunas regiones”.
Las regiones en las que ya se han incrementado las sequías agrícolas (déficit de humedad) y ecológicas (transformación de los ecosistemas por falta de agua) son América del Norte Occidental, Noreste de Sudamérica, Europa Central y Occidental Asia Central, África y Mediterráneo. Una de las áreas donde este fenómeno se está manifestando de forma severa es en el Mediterráneo. “La sequía que afectó al Levante durante 15 años (1998-2012) tiene una probabilidad del 89% de ser la más seca de los últimos 900 años”. Y con las sequías llegan la despoblación y los movimientos migratorios ante la imposibilidad de desarrollar la agricultura y ganadería.
Inundaciones.
A escala global, “los eventos extremos de precipitación diaria se intensifican aproximadamente un 7% por cada 1ºC de calentamiento global”, señala el informe. De la misma manera, “se prevé que la proporción de ciclones tropicales intensos (categorías 4-5) y las velocidades máximas del viento de los ciclones tropicales más intensos aumenten a escala mundial con el incremento del calentamiento global”. Las principales regiones afectadas por las precipitaciones cada vez más intensas son América del Norte, Europa, Australasia, América Central y del Sur. Las proyecciones de los expertos de este estudio también prevé una intensificación del fenómeno de El Niño en la segunda mitad de este siglo.
Deshielo de los polos.
El calentamiento global está fundiendo el hielo del Ártico, la Antártida y Groenlandia. De hecho, el grosor del hielo ártico ha disminuido el 40% en los últimos 30 años y el nivel del mar ha crecido 19 cm desde 1901. Todo ese deshielo, indica el informe, “contribuirá a la erosión costera y a que las inundaciones costeras sean más frecuentes y graves en las zonas bajas”. Este proceso, que ya no tiene marcha atrás, viene acompañado del calentamiento y acidificación de los océanos junto a la reducción de los niveles de oxígeno, lo que les convierte en la ‘tormenta perfecta’ que afecta tanto a los ecosistemas marinos como a las personas que dependen y viven directamente de ellos.
Contaminación del aire.
La contaminación atmosférica, producida por las emisiones de CO2 y de gases como el dióxido de nitrógeno, dióxido de azufre y ozono estratosférico, es un ‘asesino silencioso’ responsable de 4,2 millones de muertes cada año, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). No obstante, en el contexto del cambio climático, el informe afirma que “la contaminación del aire en el futuro estará fuertemente impulsada por políticas de calidad de aire”. Una mejora que, sin duda, impactaría positivamente en la salud y longevidad de las personas. El estudio también subraya que “en escenarios con crecientes emisiones de CO2, los sumideros de carbono oceánicos y terrestres se prevé que sea menos eficaz para frenar la acumulación de CO2 en la atmósfera”. De ahí la importancia de conservar la Amazonía y el bosque boreal que se extiende desde Alaska hasta Rusia y que almacena más de 180 millones de toneladas de carbono.
El momento de tomar medidas es ahora
El documento sostiene que el estilo de vida actual es incompatible con el clima del futuro. “A menos que se produzcan reducciones profundas en las emisiones de CO₂ y otros gases de efecto invernadero en las próximas décadas”, a partir de 2050 podríamos entrar en un punto de no retorno al no lograr mantener el nivel de calentamiento entre los 1,5 y 2 grados, establecido en el Acuerdo de París. El informe de IPCC alerta de que si no se actúa ya y las emisiones siguen creciendo al ritmo actual, la temperatura subiría hasta 4,4 grados a finales de este siglo, un escenario poco deseable para nadie no solo para el planeta sino también para la salud y longevidad de las personas.
Pero no todo son malas noticias. Tal como recuerda el copresidente del Grupo de Trabajo I del IPCC, Panmao Zhai, todavía es posible estabilizar el clima. Para lograrlo “será necesario reducir de forma sustancial, rápida y sostenida las emisiones de gases de efecto invernadero para finalmente lograr cero emisiones netas de CO2. Asimismo, limitar otros gases de efecto invernadero y contaminantes atmosféricos, especialmente el metano, podría ser beneficioso tanto para la salud como para el clima”, aunque muchos cambios, según el informe, “son irreversibles en siglos o milenios, debidos a las emisiones de gases de efecto invernadero pasadas y futuras, especialmente los cambios en los océanos, las capas de hielo y el nivel global del mar”.
Con todo lo que ya sabemos sobre las consecuencias de cambio climático, solo queda ponerse manos a la obra para revertir sus efectos. Nos va en ello la salud y bienestar presente y futuro.