El compromiso de Fundación Mutualidad de la Abogacía con la comunidad de personas mayores da un paso adelante con su integración en la Mesa Estatal por los derechos de las personas mayores.
La defensa de los principios requiere de acción. Unas semanas antes de la celebración del Día Internacional de las personas mayores, este 1 de octubre, la Mesa Estatal por los derechos de las personas mayores anuncia la adhesión de Fundación Mutualidad de la Abogacía como su nuevo miembro de pleno derecho.
Con su integración, la Fundación espera sumarse al esfuerzo de esta plataforma impulsada para defender los derechos de las personas mayores frente a abusos o violencia. La Mesa Estatal por los derechos de las personas mayores también lucha contra la discriminación por edad, trabaja para hacer visible al colectivo en el actual sistema de protección de derechos humanos y destacar las contribuciones positivas que este colectivo realiza a sus familias y a la sociedad en general.
Este think tank está integrado por 20 organizaciones del tercer sector como Fundación HelpAge España, Cáritas España, Cruz Roja Española, Once, Confederación Española de Organizaciones de Mayores o la Fundación Pasqual Maragall.
Ahora, Fundación Mutualidad de la Abogacía asume como propia esta misión en un mundo en que para 2045, los mayores de 60 años superarán en número a los niños menores de 14 años.
María Jesús Aranda Lasheras, secretaria de la Mesa Estatal, ha dado la bienvenida al nuevo miembro, agradeciendo “el interés por lo que supone de aportación de su trabajo en defensa de los derechos y el bienestar de las personas mayores”.
Una convención internacional necesaria
Este 1 de octubre, con motivo del Día Internacional de las personas mayores, la organización ha dado a conocer un Manifiesto mundial a favor de la creación de una Convención Internacional específica, que bajo el auspicio de las Naciones Unidas “promueva y garantice los derechos de las personas mayores, en toda su diversidad, para que los gobiernos y sociedades de todo el mundo sean conscientes de sus obligaciones y responsabilidades”.
La celebración de esta convención, que además debe “impulsar los procesos de participación de las personas mayores en todas las acciones”, es la principal reivindicación de esta iniciativa que persigue impulsar en todo el mundo un marco legislativo que garantice una protección real de la persona mayor.
En una celebración en que la ONU ha elegido como lema “la resiliencia de las personas mayores en un mundo cambiante”, la Mesa Estatal Derechos y Mayores insiste en desterrar estereotipos sobre la carga que suponen para el resto de la sociedad, reivindicando “lo mucho que aportan en innumerables ámbitos, incluido el económico”.
Por ello, insta a que la Unión Europea se convierta en el principal valedor de este encuentro mundial, demostrando una vez más que la defensa de los derechos humanos “es una seña de identidad del proyecto común europeo”.
Con este objetivo, el Manifiesto solicita a la Mesa del Congreso de los Diputados, a todos los grupos parlamentarios y al Gobierno de España “que apoyen la celebración de una Convención de Naciones Unidas sobre los Derechos de las personas mayores”.
Siete razones para el cambio
En su Manifiesto, la Mesa Estatal por los derechos de las personas mayores desgrana algunos de los problemas que en todo tipo de sociedad sufren. Lamentables hitos de un recorrido en exceso familiar para una mayoría:
1. Edadismo, que invisibiliza a la persona mayor. La discriminación por razón de edad se sufre en ámbitos de la vida social como educación, cultura, servicios públicos o la participación social y política.
2. Mujer mayor, la doble discriminación. Se reclama una atención específica a esta parte de la población, muy especialmente en el colectivo que además adolece de discapacidades.
3. Tecnología no excluyente. La barrera infranqueable que el uso generalizado de las nuevas tecnologías plantea para el acceso a muchos servicios públicos y privados, convierte a muchos en ciudadanos de segunda.
4. Discriminación médica y farmacológica. El diagnóstico clínico mediante el uso de la inteligencia artificial, los nuevos medicamentos y aplicaciones informáticas deben ser accesibles y útiles a la persona mayor, teniendo muy en cuenta sus especificidades.
5. Atención en el medio rural. El deficitario acceso a los recursos sanitarios, sociales culturales y de participación en el entorno rural dificultan una adecuada salud física y mental de la población más veterana.
6. Ciudades inclusivas. La urbe debe permitirles participar en igualdad de condiciones en la vida social y política. Es necesario adaptar estos entornos a las características y necesidades de las personas mayores, con especial atención a los discapacitados.
7. Sistema sanitario orientado hacia el envejecimiento y la cronicidad. El Manifiesto incluye una especial llamada al sistema sanitario español. Se solicita que “aplique un plan para restaurar la merma que han sufrido los derechos de las personas mayores a una sanidad sin discriminaciones, eficaz, sin listas de espera dilatadas y de calidad”. Se trata de rediseñar el modelo para que atienda en mejores condiciones el envejecimiento y la cronicidad.
De este modo, la Mesa Estatal por los derechos de las personas mayores evidencia la importancia de que los poderes públicos presten atención a las nuevas reformas legislativas, para que se redacten incluyendo la especificidad de los diferentes colectivos de personas mayores, dotándolas de los recursos humanos y económicos necesarios.