Buscar
Cerrar este cuadro de búsqueda.
Escuela de Pensamiento
Buscar
Cerrar este cuadro de búsqueda.

Archivo de artículos

El pasado 8 de agosto, se hizo público el informe del Grupo de Trabajo I del IPCC. Cambio climático 2021: Bases físicas, alertando sobre la situación del planeta debido al cambio climático. La evaluación de los 234 expertos de 66 países que han participado en la elaboración de este informe reafirman “la inequívoca influencia de la actividad humana en el calentamiento de la atmósfera, océanos y tierra”. Un cambio climático cuyos efectos no solo ponen en riesgo el planeta, sino también la salud humana.
¿La mayor esperanza de vida de la mujer debe ser considerada en las políticas de asistencia a mayores? Visto desde otro prisma: ¿una mayor longevidad femenina precisa de atenciones diferenciadas en la vejez?
Del 23 al 30 de septiembre tiene lugar la edición 20/21 de los Encuentros en Ponga, un espacio abierto de debate sobre el hábitat de las personas y su incidencia en las formas de vivir, teniendo en cuenta el reto demográfico, en especial el que deriva del envejecimiento de la población.
En 2025 los europeos mayores de 60 años serán 114 millones, 38 millones más que tan solo 30 años antes, en 1995. El Viejo Continente pronto dará un nuevo significado a su epíteto, en un proceso marcado por la feminización de la vejez. Este hecho plantea un doble reto social: combatir la discriminación por edad pero prestando especial atención al edadismo femenino, según advierte la ONU.
Durante los últimos meses, el Grupo de Trabajo Pensiones de la Fundación Fide ha analizado las recomendaciones de la Comisión del Pacto de Toledo, aprobadas en el Congreso de los Diputados a finales del año pasado.
El Ministro de Justicia, Juan Carlos Campo, se ha reunido con el Presidente y el equipo directivo de la Fundación Mutualidad Abogacía este miércoles 29 de julio.
En 2050 el gasto público de pensiones podría incrementarse en cinco puntos sobre el PIB, y el sanitario sumar un punto. La esperanza de vida española ha representado como pocos indicadores el progreso del país, pero también obliga a una redefinición de las políticas sociales para garantizar un Estado de Bienestar duradero.
La década en la que nos encontramos ha sido bautizada por la Organización de las Naciones Unidas como la Década del envejecimiento activo. Y es que, ante sociedades caracterizadas por un elevado porcentaje de personas en intervalos de edad avanzada, se convierte en prioritario optimizar las oportunidades para que los mayores envejezcan de forma sana y segura, a la vez que se les permite participar en la sociedad mejorando su calidad de vida.
La sonriente imagen de nuestros mayores hablando por videollamada es, sin duda, una de las imágenes de la pandemia. Hacer de la necesidad virtud es condición humana, y ahora que lo peor parece quedar atrás quizá convenga poner en valor el paso de gigante en la digitalización de las personas mayores durante este año. Hablamos de una herramienta imprescindible para el envejecimiento activo y un descubrimiento, para muchos injustificadamente aplazado, al que una mayoría da la bienvenida.
Más allá del COVID hay otra pandemia, esta silenciosa, que también deja víctimas y que tiene que ver con la falta de competencias financieras de las personas mayores, colectivo muy alejado de una educación financiera que les vacune de la exclusión social y vulnerabilidad económica.
La economía de inclusión es un debate abierto tanto en España como en otros países sobre la base de un concepto que se articula en torno a la economía del bien común, el capitalismo de las partes y la economía circular.
Las empresas que emplean su economía e influencia para aplicar políticas efectivas de diversidad, igualdad e inclusión en el lugar de trabajo consiguen mejores rendimientos y resultados, a la vez que contribuyen a mejorar la sociedad en su conjunto.