La Fundación John A. Hartford y el Institute of Health Care Improvement, en asociación con la Asociación Americana de Hospitales y la Asociación Católica de la Salud de los Estados Unidos, pretenden con este informe poner foco en la atención sanitaria de los adultos mayores a través de un conjunto de prácticas.
Un sistema de salud accesible para las personas mayores ha de contar con cuatro elementos de calidad. En primer lugar discernir qué importa, es decir, conocer y alinear la atención con los objetivos específicos en salud y las preferencias de atención de cada mayor, incluyendo, entre otros, la atención al final de la vida.
La medicación constituye el segundo elemento. En el caso de que sea necesaria, se recomienda utilizar medicamentos adaptados a la edad. Además, la prevención permite identificar, tratar y manejar enfermedades como la depresión y la demencia. Por último, se presta una especial atención a la seguridad en la movilidad de las personas mayores.
Estos cuatro elementos constituyen un marco, no un programa, para guiar todos los cuidados en salud de los mayores. La intención es incorporarlos para lograr una redistribución de los recursos del sistema de salud. Muchos sistemas de salud ya proporcionan cuidados alineados con uno de estos elementos, por ello, es preciso incorporar los restantes.
Para integrar estos cuatro elementos en la asistencia estándar es necesario: entender el estado actual, describir la asistencia, adaptar el flujo de trabajo, proveer los cuidados necesarios, estudiar el desempeño y mejorar la asistencia.
