En el capítulo 1 se examina la evolución demográfica de todos los países miembros de la UE y se destaca que el desafío demográfico variará considerablemente así como los factores que impulsan el envejecimiento de la población.
El capítulo 2 proporciona información sobre la vivienda y las condiciones de vida de las personas mayores. Una proporción relativamente alta de mayores de la UE vive en zonas rurales. Esta distribución puede tener una importante influencia en los responsables políticos a la hora de evaluar el acceso a los distintos servicios para las personas mayores. El tipo de hogar en el que viven también desempeña un papel importante en la determinación de su calidad de vida, el riesgo de pobreza o los servicios que requieren, con la preocupación de que el número de personas mayores que viven solas sea cada vez mayor.
El capítulo 3 trata sobre la salud y la discapacidad. La salud es una importante medida del bienestar. Esto es particularmente cierto para las personas mayores en relación con su independencia personal y su participación en las comunidades locales. Como los mayores tienen diferentes requerimientos de atención de salud, los sistemas de salud tendrán que adaptarse y es probable que se produzca un aumento considerable de la demanda de atención a largo plazo (en centros residenciales) y de servicios que cubran las enfermedades como la artritis, salud mental/demencia y deficiencia sensorial.
El capítulo 4 presenta información sobre la transición del trabajo a la jubilación. Las tasas de actividad económica de las personas mayores en la UE han aumentado gradualmente durante las tres últimas décadas. El equilibrio entre la vida laboral y la vida privada es un concepto que adquiere especial relevancia para los trabajadores de edad avanzada cuando planifican su salida de la población activa. Un número creciente de ellos se beneficia de modelos de trabajo flexibles que les permiten seguir trabajando hasta una edad más avanzada, lo que aumenta sus ingresos y reduce su dependencia de las ayudas públicas.
El capítulo 5 proporciona información sobre las pensiones, los ingresos y los gastos. A medida que las personas envejecen, sus patrones de gasto se transforman. Por ejemplo, las personas mayores tienden a dedicar una mayor proporción de sus gastos a la salud, la alimentación o el hogar y una menor proporción al transporte, la ropa y el calzado.
Se observa un mayor riesgo de pobreza en otros grupos de edad diferentes al de las personas mayores. Es probable que esta brecha intergeneracional aumente en los próximos años, ya que las generaciones más jóvenes se ven cada vez más presionadas a ahorrar adecuadamente para su jubilación y a dejar de trabajar a una edad más avanzada.
El capítulo 6 concluye presentando información sobre la vida social y las opiniones de las personas mayores. Los jubilados que tienen la suerte de gozar de buena salud son mucho más propensos a participar en actividades como el trabajo voluntario, los viajes o la práctica de deportes.
