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Disfruta de tus pasiones en compañía

Ya seas un manitas o un curioso insaciable, la serie Longevidad y Bienestar: 12 Causas para una larga vida, de Fundación Mutualidad Abogacía, te invita este septiembre a sacar el mayor partido a las aficiones compartiéndolas con otros: un post para pasar a la acción.
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Ya seas un manitas o un curioso insaciable, la serie  Longevidad y Bienestar: 12 Causas para una larga vida, de Fundación Mutualidad Abogacía, te invita este septiembre a sacar el mayor partido a las aficiones compartiéndolas con otros: un post para pasar a la acción. 

“Solo no puedes, con amigos sí”. El rompedor programa La bola de cristal de Lolo Rico, recordaba desde el televisor a los entonces jóvenes baby boomers los poderes de la amistad. Este mes de septiembre, reivindicamos también el superpoder de la compañía con esta nueva entrega de la serie Longevidad y Bienestar: 12 Causas para una larga vida.

Del mismo modo que en el programa presentado por Alaska, el adolescente protagonista de este spot necesitaba de otros jóvenes para jugar al baloncesto, en la iniciativa de Fundación Mutualidad Abogacía se recuerda que disfrutar de las aficiones con otros que comparten los mismos intereses es más enriquecedor.

‘Mejor en compañía’ es la octava de las causas de esta campaña que se niega a identificar el paso de los años con el sedentarismo, invitando a seguir disfrutando. “La vejez empieza cuando se pierde la curiosidad”, decía el nobel José Saramago.

 

La curiosidad, elixir de bienestar

¿Es un apasionado de la jardinería o su interés por el cine clásico hace tiempo que cruzó la barrera del friki? Si no necesita ningún pretexto para pasear por la naturaleza, ni ninguna ducha para cantar, disfrutar de sus pasiones en compañía puede resultar mucho más edificante.

La curiosidad por un tipo de conocimiento o experiencia facilita el vínculo entre las personas. Y la buena noticia es que quienes la gozan visitando nuevos países o descubriendo cada secreto de la ciudad donde vive, pueden hacerlo junto a otros apasionados. Lo mismo ocurre con quien aprende a cocinar sushi o experimenta con nuevos métodos de meditación.

La curiosidad se activa cuando una persona tiene un conocimiento básico que quiere completar. Aunque históricamente se asocia a la niñez, es una capacidad activa durante todo el ciclo de vida humano, fortaleciendo la memoria y entrenando el aprendizaje. No importa que con la edad cueste retener informaciones concretas como nombres o fechas, mientras quede ese poso de conocimiento que la curiosidad ha satisfecho.

 

Una oportunidad para cada pasión

Pero sin voluntad es más complejo mantener activa la curiosidad. Por ello, se anima a las mujeres y hombres de edad a salir de su zona de confort, no dar tregua a la pereza y seguir curioseando. Y una de las mejores maneras posibles es participar en grupos en los que nuestra afición es la protagonista.

Sin duda son los ayuntamientos los mayores promotores de este tipo de actividades. Precisamente en los primeros días de septiembre suelen abrir los plazos de inscripción a una agenda de actividades cada vez más amplia, que tras el paréntesis de la Navidad ofrece una nueva posibilidad de reenganche en muchas localidades.

Asociaciones vecinales y todo tipo de instituciones como museos, fundaciones o universidades, también ofrecen cursos de menor duración temporal pero muy especializados, en algunos casos con la colaboración de reputados expertos.

Otra opción es acudir a la iniciativa privada. Aquí la oferta es infinita a través de empresas o propuestas más personales gestionadas por monitores. Los interesados pueden empezar su búsqueda a través de Facebook e Instagram, seguro que dan con un grupo junto al que disfrutar de su pasión.

 

Para amantes de la naturaleza

Quienes satisfacen la curiosidad al aire libre tienen numerosas opciones.

Los clubes de marcha, el ciclismo de montaña o de fondo, la escalada, la espeleología, el remo, la navegación, el submarinismo y el esnórquel cuentan con iniciativas que cada vez tienen más presente al aficionado sénior.

Si se disfruta de la naturaleza de un modo más reposado, también hay alternativas para los aficionados a la astronomía, el avistamiento de aves o la micología.

Tampoco hay que salir de la ciudad para disfrutar de la pasión por la naturaleza. Participar de un huerto urbano siempre ofrece la oportunidad de presumir de buena mano con las tomateras con el hortelano vecino. Otra opción es participar en los paseos que muchos ayuntamientos organizan en los parques urbanos más emblemáticos.

 

Para amantes del bienestar

El autocuidado personal y emocional crece con el paso de los años.

Realizar 30 minutos de ejercicio moderado cinco veces por semana es más que una afición, una necesidad. Objetivo que resulta más lúdico cuando se comparte un paseo en bicicleta con un amigo, o un partido de pádel con el vecino.

Son muchos los interesados en mejorar su dieta alimenticia para cuidar de la salud, los que encuentran en la disciplinas de meditación como el yoga o el mindfulness una herramienta de estabilidad emocional o quienes entrenan su cerebro en talleres de estimulación cognitiva.

Y, ¿por qué no apuntarse a un curso de iniciación al masaje o de maquillaje?.

 

Para amantes del arte y la creación

Otra de las aficiones que más estimula al sénior es el arte. En cualquier ciudad es posible encontrar una oferta de seminarios que analiza su patrimonio local o, con una visión más amplia, determinados movimientos o períodos artísticos. También es posible pasar de la teoría a la observación con grupos de viaje que hacen del destino cultural su razón de ser.

Los lectores impenitentes tienen en los clubes de lectura los mejores interlocutores para profundizar en cada obra, y si no han renunciado a dar el paso, un aliado en las escuelas de escritores para firmar su primera novela.

Talleres de pintura, dibujo, fotografía o vídeo también cuentan con una provocadora oferta. Y si se quiere dar rienda suelta a ese divo que todos llevamos dentro, se puede optar por los grupos de aficionados al teatro o participar de un coro. Por no hablar del menú de cursos de cocina, que en cualquier ciudad es más variado que los recetarios de Karlos Arguiñano.

 

Para amantes de las manualidades

Este recorrido para disfrutar de las pasiones en compañía, culmina con un gran clásico como el capítulo de manualidades.

Talleres de joyería, vitrales, pintura en porcelana, orfebrería o barro dan rienda suelta a la creatividad individual. Otros clásicos como el de corte y confección, ramos florales o decoraciones para Navidad son también de gran utilidad.

Un atractivo añadido de las manualidades es que además pueden convertirse en una fuente adicional de ingreso a través de la venta de la obra en exposiciones, conocidos o incluso por internet en webs especializadas como EtsyAmazon Handmade, Ebay u otras.

La otra gran ventaja es que es una área en la que no hay limitación de edad o capacidades. Colorear en distintas bases, hacer figuras de origami o fieltro o bisuterías está al alcance de una mayoría. Lo importante es recordar que las pasiones compartidas se disfrutan el doble.

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