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Diez vías para mejorar la calidad de vida de los más mayores

En 2030 uno de cada cuatro españoles tendrá 65 años o más, la Cátedra de Envejecimiento de la Universidad de Barcelona y la Fundación Mutualidad Abogacía define diez áreas de trabajo para mejorar la calidad de vida y el bienestar de esta población.
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En 2030 uno de cada cuatro españoles tendrá 65 años o más, la Cátedra de Envejecimiento de la Universidad de Barcelona y Fundación Mutualidad Abogacía define diez áreas de trabajo para mejorar la calidad de vida y el bienestar de esta población. Esta iniciativa forma parte del compromiso de Mutualidad Abogacía con los Objetivos de Desarrollo Sostenibles (ODS) 3, 4, 5, 8, 13 y 17.

Ninguna sociedad desarrollada puede avanzar de espaldas a las personas mayores. Sin embargo, su diversidad no facilita la definición de medidas para avanzar en el bienestar de un colectivo que en la Europa de 2030 representará el 22,9% de su población, superior al 25% en España. Para clarificar su situación se ha creado el indicador ODS-IVDS65+, que ahora propone diez medidas para mejorar su calidad de vida.

El Indicador de Calidad de Vida Digna y Sostenible de la Vejez ha servido, por primera vez, para medir objetivamente los avances o retrocesos en las políticas de envejecimiento digno y sostenible de la población mayor. Para lograrlo, incorpora en su evaluación los indicadores de calidad vida esenciales de instituciones de la UE, como Eurostat o Banco Central Europa. De este modo el ODS-IVDS65+ unifica una información disgregada hasta ahora, que permite una comparativa por países a lo largo del tiempo.

Pero esta herramienta, diseñada por la Cátedra de Envejecimiento de la Universidad de Barcelona y Fundación Mutualidad Abogacía, no ha querido asumir un papel de simple evaluador, también aspira a convertirse en agente de cambio.

Partiendo del marco que ofrece los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) que la inspiran, ha establecido diez áreas “en las que los diferentes países han de concentrar esfuerzos para mejorar la calidad de vida y el bienestar de su población mayor”.

 

PROPUESTAS ODS-IVDS65+ PARA MEJORAR LA CALIDAD

Se trata de una misión esencial en un contexto en que la influencia social y económica de ciudadanos mayores de 65 años, crece. No solo por su peso demográfico, también por la asunción de un rol más activo. En el caso de España el ODS-IVDS65+ propone trabajar en las siguientes diez áreas estratégicas.

Potenciar la permanencia de la población adulta en el mercado laboral

Relacionado con el ODS número 8, ‘Trabajo decente y crecimiento económico’, se considera esencial avanzar hacia una mayor participación de los adultos mayores en el mercado laboral, incrementando su aportación a la economía productiva y propiciando un envejecimiento activo.

Son las economías báltica y escandinava, las más desarrolladas en una práctica que requiere de medidas imaginativas y creativas que van desde la flexibilización de los modelos de jubilación, a la incentivación en las empresas para incorporar el talento senior, pasando por la creación de nuevos puestos de trabajo adaptados a las condiciones del mayor.

Diseñar planes de formación para favorecer su permanencia en el mercado laboral y el uso de las nuevas tecnologías

La edad no es un impedimento para seguir aprendiendo, retener nuevo conocimiento y desarrollar nuevas habilidades. Entroncando con el ODS 4 de ‘Educación de Calidad’, el ODS-IVDS65+ lanza una llamada a la acción para que las Administraciones Públicas y las instituciones y empresas involucradas en la formación, diseñen planes que cubran las necesidades específicas de este colectivo en un continuo reciclaje laboral y profesional.

Una medida también esencial para conservar y actualizar su identidad y autonomía. La formación garantiza al mayor esa capacitación para tomar decisiones en un nuevo entorno y por los canales que la sociedad se provee, participando además libremente en estos nuevos espacios de opinión y decisión. Y este último punto es esencial en un momento de grandes cambios tecnológicos, ya que el mayor necesita de formación más que de asistencia para formarle en su uso, propiciando su plena integración.

Garantizar sistemas sostenibles de pensiones, salud y cuidados de larga curación, teniendo en cuenta la heterogeneidad del colectivo

Los gobiernos están obligados a diseñar sistemas sostenibles en el tiempo que cubran las necesidades básicas, incluidas las de las personas que requieren de cuidados de larga duración.

En su punto tercero, las medidas definidas por el ODS-IVDS65+para España, reclaman un marco que garantice la independencia y dignidad de la persona mayor, a través de un sistema de pensiones que cubra sus necesidades económicas; uno de salud, que provea de cuidado médico; y una red asistencial, que le acompañe en su proceso de envejecimiento cubriendo las necesidades de cada momento.

Avanzar en el estudio de planes nutricionales y de ejercicio físico para reducir los niveles de sobrepeso

Aumentar la esperanza de vida es tan importante como mejorar la salud del colectivo. Punto donde el sobrepeso es un problema entre los mayores españoles, de hecho tiene la obesidad media más acusada entre los países del arco mediterráneo europeo.

Inspirado por el ODS 2 de ‘Hambre cero’, la recomendación incide en la necesidad de velar por una adecuada nutrición, poniendo en valor la tradición de la dieta mediterránea que contempla buenas prácticas alimentarias como el consumo abundante de fruta fresca, verduras y hortalizas.

Como segundo punto se debe combatir el sedentarismo. Aquí lo que se propone es fomentar el ejercicio en las rutinas de ocio de un modo acorde a las capacidades de cada persona, pero durante todas las fases de su vida.

Potenciar planes sociales y de salud que favorezcan su esperanza de vida en buena salud

El incremento en la esperanza de vida de sus ciudadanos, obliga a España a dotarse de planes e infraestructuras que promuevan un envejecimiento en buena salud igual en todo el territorio. Que fruto del Estado de las autonomías, muchas de las competencias sociosanitarias y asistenciales sean potestad de estas entidades territoriales, no debe redundar en que el bienestar de los ciudadanos mayores esté en parte condicionado por su lugar de residencia.

Políticas de cuidados de larga duración

Dirigidas tanto a aumentar las plazas en centros residenciales como otras políticas que cubran la potencial reducción de ayuda informal, la prestada por los familiares y amigos de la persona mayor. Se trata de dar respuesta a la larga esperanza de vida del español, de hecho cuando cumple los 85 años, le queda de media 7,9 años de media de vida, la más alta en Europa junto a la francesa. La media europea es de 6,7 años más.

Además de la creación de plazas residenciales para los adultos mayores que requieren de cuidados de larga duración, se apuesta por fomentar los cuidados en su propio domicilio. Y en cualquiera de los casos, siempre teniendo en cuenta las necesidades de sus cuidadores para mejorar su calidad de vida.

Medidas para favorecer la autonomía del mayor en su vivienda

El 82% de los españoles entre 65 y 84 años quiere permanecer viviendo en su domicilio de siempre, según una encuesta de OCU de 2017. España es un país con un alto porcentaje de propietarios de vivienda, lo que implica un esfuerzo en la compra que se justifica por la tranquilidad que da “tener un techo para toda la vida”.

Dada esta preferencia, se invita a las Administraciones Públicas a promover servicios de asistencia social en el propio domicilio, que acompañen al ciudadano mayor durante sus diferentes fases vitales. Además, también es necesario promover planes de acondicionamiento de las viviendas según sus necesidades.

Seguimiento exhaustivo de las personas que viven solas, prestando especial atención a su bienestar nutricional.

El 75,8% de las personas mayores de 64 años vive acompañada en España, sin embargo, se invita a hacer un activo seguimiento a este dato. Fruto del menor número de hijos y de nuevos modelos familiares, cada vez más habituales los formados por una única persona, se considera como inevitable el incremento de personas mayores viviendo solas.

De ahí la importancia de crear redes de seguimiento y atención que permitan al mayor vivir en su domicilio el mayor tiempo posible mientras así lo desee, poniendo especial énfasis en su alimentación.

Valoración del nivel y calidad de las infraestructuras en función del peso de la población mayor en cada zona, teniendo en cuenta las necesidades del mundo rural

Varios de los Objetivos de Desarrollo Sostenible promueven unas ciudades y comunidades sostenibles e integradoras, lo que requiere entre otras medidas de un acceso a los servicios e infraestructuras igualitarias. Es aquí donde España necesita hacer un esfuerzo extra para integrar en igualdad al 17% de la población de mayores que vive en entornos rurales, que al 53% que vive en ciudades con densidad alta, y al 29% con densidad media.

Estas diferencias en función del lugar de residencia, también se manifiestan según la comunidad autónoma de la que dependa, lo que para los autores del ODS-IVDS65+ requiere de la necesaria atención por parte de las políticas públicas, teniendo muy presente el problema de la despoblación.

Favorecer la participación de los mayores en la vida social, motivándoles a practicar un envejecimiento activo

En España los estrechos lazos familiares garantizan la integración de unos mayores, que en el 81,8% se reúne con sus seres queridos al menos una vez al mes. Esta actividad social también es importante con amigos, de hecho una mayoría de las personas mayores asegura que dispone de personas cercanas a los que pedir ayuda en caso de necesidad.

Por el contrario, el colectivo está menos dispuesto a participar en actividades de voluntariado, asociaciones vecinales o políticas. Un punto de clara mejoría para pasar del 3,4% de participación al 5,25% de media europea.

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