En el análisis se destaca que existen diecinueve interpretaciones diferentes de la ley (las 16 comunidades y las tres provincias-territorios históricos vascos), sobre quién y cómo se es dependiente, y sobre qué servicios o prestaciones hay que ofrecer. Por ejemplo, una persona dependiente tiene el doble de posibilidades de ser reconocida como tal en Andalucía, que en otras comunidades como Galicia, Canarias, Asturias, o la Comunidad Valenciana.
Del 1.054.275 personas reconocidas como dependientes, más de 400.000 reciben la Prestación Económica para Cuidados en el Entorno Familiar (38,59%). 132.491 personas dependientes están copagando servicios, básicamente plazas residenciales, algunas plazas en centros de día, y excepcionalmente ayuda a domicilio.
Más de 250.000 personas reconocidas como dependientes no reciben ninguna prestación (100.000 de las cuales tienen reconocido el Grado II y III).
280.440 son personas dependientes que están en un centro residencial, lo que supone una cobertura del 9,7 % del total de personas mayores de 80.
En cuanto a la concertación de plazas, existen tantos modelos como comunidades autónomas, e incluso en alguna comunidad como la Valenciana hasta cinco distintos. El servicio de Teleasistencia cuenta con más de 900.000 personas usuarias y más de 100 millones de llamadas al año.
En el caso de la Ayuda a Domicilio, el número de personas que utilizan este servicio es de 400.000, prácticamente el doble de las 224.714 personas beneficiarias de la ley que reciben este servicio.
Al margen de los empleos públicos e indirectos que no se han estimado, estos servicios de atención a la Dependencia generan más de 247.000 empleos directos según la Asociación Estatal de Directores y gerentes de Servicios Sociales.
Existe una relación muy estrecha entre el empleo que se genera en cada comunidad con el modelo de prestaciones que esa comunidad otorga. Como botón de muestra señalar que por cada millón de euros destinado a la atención a la dependencia, en Castilla y León se generan 51,5 empleos directos, mientras que en Baleares sólo se generan 18,3.
