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Escuela de Pensamiento
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Diseñando ciudades que envejecen

Para 2050, se espera que la población mundial mayor de 60 años alcance los 2.100 millones de personas, más del doble de lo que es hoy en día. Al mismo tiempo, más personas vivirán en ciudades y zonas urbanas. Estas dos megatendencias mundiales —una población que envejece y una población urbana cada vez mayor— tendrán importantes repercusiones en las ciudades de todo el mundo. Las ciudades deben prepararse para estos cambios.
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Arup identifica en este informe cuatro necesidades centrales que las ciudades deben tener en cuenta al planificar con los residentes de mayor edad: autonomía e independencia, salud y bienestar, conectividad social, y seguridad y resistencia. Estas necesidades afectan a todos los aspectos de la vida de una persona a medida que envejece.

Se han identificado formas en las que el entorno construido puede ayudar a las ciudades a continuar satisfaciendo estas necesidades para que los residentes mayores puedan llevar una vida plena y productiva. Además, se proponen 14 estrategias y 28 acciones para satisfacer esas necesidades. Cuarenta estudios de casos sirven para inspirar e informar sobre cómo incluir este trabajo en la práctica.

Muchas organizaciones no gubernamentales e instituciones de investigación han desarrollado marcos que describen cómo las comunidades pueden ser más «amigables con la edad». Este informe se basa en algunos de los principales marcos -incluidos los de la Organización Mundial de la Salud, la AARP con sede en los Estados Unidos y los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas- y los adapta para centrarse en el papel del medio ambiente construido en la creación de comunidades amigables con la edad.

Este informe explora los temas centrales que enfrentan las poblaciones que envejecen y proporciona estrategias y acciones que los profesionales del diseño y los responsables de la toma de decisiones pueden seguir para hacer que el entorno construido en sus comunidades sea mejor para los residentes mayores y para todos los que viven en ellas.

Muchas de las estrategias, como asegurar el acceso al transporte, podría parecer una práctica de planificación obviamente beneficiosa. Sin embargo, otras estrategias son menos obvias pero igualmente importantes, como la creación de espacios intergeneracionales. Tanto las estrategias obvias como las menos aparentes deben identificarse explícitamente; tienen profundas repercusiones en la vida de las personas de edad y, con demasiada frecuencia, no son características del entorno construido.